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"Somos la voz que nadie nunca te dio".

  Reportajes, microrelatos y entrevistas de personas que vale la pena conocer.

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A la hora diez de la noche de un viernes de octubre, un grupo armado de valor y de locura se trasladaban desde Cristo Rey, hasta el verdadero epicentro de la droga, prostitución, hambre y pobreza josefina; la temida y estigmatizada "Zona Roja".


Delante del grupo como cabecilla de todos, iba no un varón, sino una dama, una con muchos pantalones. Ella es Yorleny Valverde, coordinadora de este grupo llamado “Misión Indigentes”, ministerio perteneciente a la Asociación de Obras del Espíritu Santo.


En su cuello está un lunar que ella misma vacila. Cuenta cómo sus sobrinos le preguntan por qué de él y ella les responde alegre: -Esto es una galleta de chocolate que Dios dejó olvidada cuando me estaba haciendo y luego Dios dijo “Vamos a dejársela ahí para que la distingan y sea única”.


Tal vez es un lindo cuento para los niños, pero en realidad algo más la caracteriza y es su compromiso por más de 10 años en dar, en abrazar, en sonreír y querer a la zona roja como su segundo hogar y a los indigentes como sus hermanos e hijos.



























¿Cuánto tiempo lleva con esto?
-10 años.


¿Quién la inspiró a hacer esto?

-Fue el espíritu santo. El padre Sergio siempre invitaba venir. Habían muchas momentos de sanación y eso motivaba mucho a la comunidad. Pero me daba temor venir porque no tenía con quién. Venimos un día y ese día me impactó.


¿Qué fue lo que la impactó de esa primera vez?
-Antes íbamos a unos cuartos que estaban por el Museo de los Niños, que eran como cuevas. Al bajar las gradas, vi a un indigente de 80 años que se estaba mojando porque toda la lluvia le caía encima. Al ver ese cuadro me entristeció mucho.


Después cuando estaba sirviendo la comida vi a un niñito que estaba en un baño que se estaba drogando con crack, ahí paso la película de mi vida y me imaginé a mis sobrinitos en esa posición.
Y cuando llego a uno de esos cuartos, me fije en una de las paredes y había un grafiti que decía: “Esta soledad nos mata”.


¿Ha traído a alguno de sus familiares a hacer este servicio?
-Bueno he invitado a muchos pero como dicen: “Nadie es profeta en su propia tierra”. En 10 años no he podido lograrlo, pero he traído a muchos de mis amigos.


Vemos muchos adolescentes participando en el grupo ¿Cuál ha sido esa clave para que ellos vengan?
-Ellos viene como viernes de moda, primero vienen por las alabanzas, ellos  vienen aquí para encontrar lo que no tienen en la casa. Aquí encuentran al hermano, al papá, la comunidad que no tienen.
Muchos de estos muchachos encuentran alimento, amigos, el abrazo de un padre, la madre que no poseen. A veces llegan aquí es como estar en el cielo mientras en la casa es un infierno.


¿Cuál ha sido esos momentos por los que ha llorado de felicidad?
-Han sido tantas. Por ejemplo, un muchacho que venía una vez con nosotros, vino porque quería encontrar al indigente que le había violado a la hija y venía armado.
Lo calmamos y empezamos a hacer adoración y luego se regocijo tanto que nos dijo: “venia para hacer daño pero ahora quiero que pidan por mí para que me enseñen a perdonar”, lloramos juntos.


Luego por ejemplo una chica embaraza me pidió 100 colones para comerse unas papás fritas porque ya no aguantaba las ganas y  me dijo: “es que me encontré unas en el basurero pero no me saben igual”. Eso me hizo llorar.













































¿Han visto algún indigente se ha recuperado?

-Si varios, hay uno que viene aquí porque no tiene su casita pero ya está trabajando. Luego otro que nos acompañó un día con nosotros al Parque de la Paz, y tomó la decisión y ya lleva un año y 6 meses a fuera de esto. Otro al que le decimos Lobito. Él igual decidió salir de esto y ya está en un albergue en Alajuelita.


Nosotros somos también indigentes pero las nuestras son internas, las maquillamos y las escondemos. Lo primero pedirle a Dios que le abra el corazón, quitar los prejuicios y ser sensible ante las necesidades ajenas.

Una mujer de valor

Marco Varela / muve20.u@gmail.com,  Johan Rojas / johanrojaso@outlook.com

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